En esta oportunidad siento la necesidad de explicar, mejor dicho, derribar algunos mitos entorno al trabajo de una asesora de imagen. Muchos se quedaron con un pensamiento un poco lejano o erróneo sobre nuestro trabajo. Y otros tantos piensan que es una carrera que se estudia por hobbie y no con el fín de vivir de ello.
Por años, se ha considerado que una asesora de imagen únicamente puede trabajar en el campo de los medios masivos con celebridades y famosos. Otros consideran que su función es acompañar y asistir a modelos en un desfile moda. Mientras que otros también, dan por sentado que los servicios que ofrece una asesora se limitan a aquellos que tienen la posibilidad de pagar este servicio de “lujo” o que su servicio exclusivo solo nos añade valor cuando tenemos un evento importante en nuestras vidas.
La imagen y la aceptación
Hoy vengo a desmitificar esto que ha quedado un poco retrogrado y a contarte que los productos y servicios que ofrece una asesora de imagen están en su mayoría diseñados creativamente y ligados a resolver cuestiones/trastornos/patrones/bloqueos (heredados o asumidos inconscientemente). Estas aristas aparecen en el día a día de cualquiera de nosotras. La comunicación, las emociones, los deseos están profundamente ligados en la imagen personal interna y externa. La meta en definitiva es ayudarte en cuestiones cotidianas del vestir y para ello es necesario conectar de forma honesta con nuestra esencia. Estamos exponiéndonos de forma constante; hay que aprender a convivir sanamente y ordenadamente con nosotras; sobre todo a tratarnos con más amor sin perder la seguridad vive en vos.
En tiempos donde afloran, las marcas, las influencias, las tendencias, las redes sociales, las miradas y opiniones del otros, nuestra esencia puede perjudicarse o perderse. Ello se debe a convivir entre tanta información y tanta inmediatez. Hay que aprender a conocerse, asumir compromisos con una misma para no caer en comparaciones, actos dañinos y/o frustraciones. La belleza radica en la imperfección y en ser lo más reales y espontáneas posibles
Los procesos de imagen van más allá
Poder conectar con nuestros deseos más profundos y develarlos en nuestros mensajes es una manera de vivir en armonía con vos, en coherencia con vos, en cumplirte. Porque en definitiva es eso, cada una de nosotras tiene una lucha interna o una contradicción. Si todas pudiésemos conectar con nuestra vulnerabilidad, con nuestra sensibilidad y con nuestro poder interno, claramente que haría un gran aporte en nuestros vínculos y comunidades, porque la vibración positiva se eleva cuando uno está a gusto, y eso a su vez se contagia.
Hay que hacer espacio para identificar nuestros propios desafíos en este camino; sin duda debería ser aprender a disfrutar de lo que somos con todos los grises y con cada imperfección del cuerpo o de la personalidad que nos subyace. Esto nos interpela a muchas, no solo a unos pocas. Si sentís que no estas a gusto con tu imagen o tu deseo atravesar un proceso para poder conectar con ella y sentirte mejor, no dudes en contactarme que acá estoy para ayudarte.